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    Cómo Babaji salvó mi vida
    por K. Manoharan

     


    Cuando tenía 5 años, una cosa milagrosa ocurrió en mi vida, que raras veces se la he contado a alguien. Esto es porque durante un largo periodo de tiempo yo mismo no pude comprender con mi propio intelecto todas las cosas que sucedieron. Ahora, todas estas cosas están claras como el cristal para mí, y sé que el propósito de estos sucesos es para revelarlos, para el beneficio y la inspiración de toda la gente que cree en Babaji.

    Como es habitual en los niños jóvenes, estaba visitando el lugar de mis abuelos maternos durante las vacaciones de verano. Mi tío materno, quien tenía unos 15 años en aquella época, me llevó a jugar junto a un montón de arena de río, preparado para construir una casa. Muchos niños estaban jugando en ese sitio, y uno de los juegos era saltar de la parte de arriba del muro, para acabar en el montón de arena. Cuando estaba listo para saltar desde la cola de niños el niño de detrás de mí me empujó fuerte. Este inesperado empujón desde detrás me hizo caer en una inesperada área de arena donde había una dura y afilada piedra, que cual golpeó violentamente mi frente. El resultado final fue que estuve sangrando profusamente y caí inconsciente y medio muerto. Viendo todo esto, los niños que estaban jugando se asustaron y huyeron a sus casas. Mi tío, que también se asustó de este súbito accidente, fue a llamar a los vecinos para recibir ayuda. Las noticias también llegaron a mi madre quien estaba disfrutando de su viaje a la casa de sus padres. Estas noticias fueron un gran susto para ella ya que yo era su único hijo y mi padre se había alistado en el ejército indio esa época.

    Con la ayuda de la gente de allí fui llevado al local de un médico Unani (una clase de medicina practicada por algunos indios, que proviene del medio oriente y fue más tarde transportada a la India por los monarcas musulmanes). No pude recordar este incidente durante mucho tiempo, excepto que la gente susurraba entre sí cosas sobre estos sucesos siempre que visitaba el hogar de mis abuelos maternos. De vuelta al incidente, el doctor Unani encontró que el afilado canto de la piedra me había mellado la parte frontal del cráneo y tuvo que hacer una cirugía menor para fijar la misma. Después de la cirugía el doctor dijo que había hecho todo lo que pudo y que el niño debía despertarse en unas 24 horas. De otro modo, no sobreviviría debido a la dura herida en la parte frontal de su cerebro. Estas noticias fueron un gran conmoción para mi madre. Fui llevado de vuelta a casa de mis abuelos y mi madre empezó a orar intensamente por mi recuperación. 24 horas pasaron sin una traza de recuperación y todo el mundo en la casa renunció a la idea de que el niño despertase de nuevo. Por lo tanto se empezaron a realicar los planes para el entierro, a pesar de las objeciones de la madre y de algunas otras personas. Por cierto, el padre de mi madre, mi abuelo materno, que fue una persona respetada y adorable, había muerto en la misma casa hace unos años. Mi madre siempre tuvo un profundo amor y respecto por él, y él solía decir que ella era su niña favorita. Por tanto ella estuvo rezando intensamente para que su padre viniera y curara a su hijo y lo despertara de su estado de medio muerte inconsciente.

    Mientras tanto se dijo que un santo que parecía un adolescente estaba pasando por el pueblo. Mi madre quiso aprovechar esta oportunidad para el bien de su hijo. El santo cruzaba el pueblo a pie, pasando por la parte más cercana del cauce del río, lo que se le supone uno de los lugares más auspiciosos para la gente Shaivita (los que adoran a Shiva). El pueblo también tiene un inmenso templo dedicado a Shiva cerca. El santo era cariñosamente llamado “Babaji” por toda la gente que conocía sus milagrosos poderes. Babaji estaba de camino hacia el auspicioso templo de Shiva, el cual estaba de la casa de mis abuelos. Oyendo los altos cantos de “Om Kriya Babaji Nama Aum” de los discípulos a su alrededor, mi madre salió de la casa apresuradamente, y fue directa a Babaji. Ella dobló reverentemente sus manos hacía Babaji y explicó rápidamente el incidente con lágrimas en los ojos, y le pidió que reviviera a su único hijo. Mirando a la afligida madre con abundantes lágrimas en sus ojos, Babaji dijo amablemente: "si ése es el deseo de Shiva de Thiumaandhurai (el nombre del pueblo), entonces obedeceré sus órdenes". Más tarde él entró en la casa donde el niño yacía inconsciente, tocó su frente por unos segundos y le dijo a su madre que el niño se recuperaría pronto por la Gracia de Dios. También le dijo a ella que él visitaría al niño una vez al año y cuidaría de él, y que no se preocupará por su hijo más, y que todo estaría bien.

    Un momento después de haberse marchado, el niño se despertó pidiendo agua, ya que estaba sediento. La madre y todos los parientes a su alrededor estaban felizmente sorprendidos, y quisieron agradecérselo al santo Babaji. Todos intentaron encontrarlo cerca del templo de Shiva donde él iba, pero nadie pudo. Nadie en el templo había visto a Babaji y a sus discípulos. Mi madre quería que su hijo viera al santo que le había devuelto a la vida. Aunque ella no pudo hacer eso ese día, ella recordaba la promesa del santo de que visitaría a su hijo una vez al año, y que por tanto él estaría cuidado. Ella estaba dando gracias al santo desde su corazón y desde su ser por el don hecho a su hijo.

    En cualquier caso, la única cosa que puedo recordar del incidente por mucho tiempo fue que fui tratado como el niño del milagro en ese pueblo siempre que visitaba a mis abuelos por vacaciones y festividades. Yo siempre pensé que se me daba un tratamiento especial que no merecía. Otra cosa que puedo recordar fue que, en esa casa yo sentía algo diferente todo el tiempo.

    Me sentía muy tranquilo dentro de mí mismo siempre que estaba allí. No podía actuar o jugar como un niño más con los otros niños de la casa. Incluso siendo un chico joven sentía un completo silencio y quietud siempre que visitaba esa casa. Mis primos tenían que arrastrarme fuera de ella y forzarme a jugar con ellos.

    Otra cosa que puedo recordar es que después del incidente, comencé a ir bien en la escuela. De repente me convertí en uno de los más inteligentes y brillantes estudiantes de la clase, cuando antes era de mediana categoría. Los profesores de la escuela empezaron a alabarme bastante a menudo.

    Yo mismo no supe del incidente durante tiempo. Tuve que recordar los pedazos de información que recibí sobre mi juventud de los parientes que presenciaron el incidente y de mis recuerdos de ensueño de algunas extrañas cosas, pero incompletas en detalle. La narración en particular de uno de mis parientes me hizo pensar profundamente en el incidente. Unos pocos años atrás, cuando yo fui al hogar de mis abuelos, la esposa de mi tío me dijo que le mostrara la frente, y entonces mirando la cicatriz, preguntó si recordaba cómo había sucedido eso. Le dije que “no” sin mucha atención. Entonces me explicó todo el incidente desde su punto de vista. Esta vez pude fácilmente relacionar muchas cosas que venían a mi mente a menudo como recuerdos en sueños. Le pregunté si recordaba el nombre del santo. La única cosa que ella recordaba es que ellos lo llamaban Babaji y parecía muy joven y guapo. La gente también le dijo a ella que él era de Parangippettai (en el estado de Tamil Nadu India). Ella también recordaba los cantos en voz alta alrededor del joven santo (Om Kriya Babaji Nama Aum). Antes de esos días yo no sabía nada sobre Babaji. Por lo tanto no pude relacionar la información con ninguno de los santos que yo conocía en aquel tiempo. Sin embargo estoy contento de que estar consiguiendo algunas conexiones con los extraños recuerdos durante mi vida todos estos años.

    Si miro atrás la única cosa que recuerdo sobre el incidente de ese día, hace mucho tiempo, es que estaba jugando con todos los otros niños y que me empujaron para saltar al montón de arena. Después de eso, como un vivo sueño, puedo recordar gente llevándome al médico en una camilla, como una cosa por encima de sus cabezas, gritando y llorando en alto por mí y llamándome. Y yo a su vez les decía que yo estaba bien y que nada me pasaba. Pero me di cuenta de que nadie podía comprenderme o escucharme. Otra cosa que puedo recordar vivamente es al doctor operando en mi cabeza, y el severo dolor (adivino que no había anestesia en la medicina Unani). Durante ese tiempo recuerdo que podía ver a todo el mundo desde el techo de la habitación, y me vi a mí mismo yaciendo en la mesa de operación como un delgado niño, y al médico y a la gente alrededor. También puedo recordar al médico diciendo a toda la gente de alrededor que se marchara, para que el niño tuviera aire fresco. Entonces, en el camino de vuelta de la casa del médico a la casa de mis abuelos, recuerdo a mi madre llorando y yo intentando decirle “estoy bien, estoy bien”. ¿Por qué está gritando? ¿Por qué está llorando?, etc. Luego recuerdo ciertas cosas alrededor del hogar de mis abuelos que no pude comprender por mucho tiempo. Ahora puedo conectarlas con este incidente. Una en particular, que a menudo viene a mi mente, es que yo estoy de pie en el tejado de la casa de mis abuelos. En esa posición, podía ver cualquier y todas las cosas en el suelo cerca de la casa o en otras palabras, podía ver una vista aérea del lugar como un pájaro. Estaba sintiendo también que estaba listo para un nuevo viaje. Podía ver una luz muy brillante pero agradable, extendiéndose desde el tejado hacia el cielo. En ese momento recuerdo pensar, con una pesada respiración, que había planeado conseguir tanto antes, pero parecía como si yo tuviera que volver otra vez. Cuando estaba de pie allí con esta clase de pensamientos, y listo para un nuevo viaje, vi un anciano de pie, cerca, en la parte superior de la escalera. Me pedía que fuera hacia él y quería mostrarme algo. Pero yo le estaba diciendo repetidamente que no podía ir hacia él porque tenía que ir a otra parte, y estaba preparado para el viaje. Pero el anciano insistió otra vez, “por favor ven, puedes empezar tu viaje después de mirar algo que te mostrare”. Entonces, medio a disgusto, seguí al anciano. Lo siguiente que recuerdo es una visión aérea del interior de la casa de mis abuelos y un gran ahogo y tos y un intenso sentimiento de sed. Recuerdo a mi madre que estaba sentada junto a mí. Había una lámpara de aceite encendida cerca. Mi madre saltó de alegría y trajo agua. Ella también me dijo que yo no había comido desde hacía 2 días y por tanto debería tomar algo de comida también. Pero le dije que tenía que ir a alguna parte, hacia las escaleras para subir. Mi madre me dijo que podía ir siempre que yo quisiera, la próxima mañana después de una buena cena y de dormir esa noche. A la mañana siguiente, todo lo que sucedió parecía como un sueño.

    Estuve interiormente temblando intensamente cuando le conté todo el incidente a Marshall Govindan durante la iniciación del primer nivel. Hasta ahora nunca me aventure a contárselo a alguien, a causa del impacto emocional que este incidente tuvo en mí. Ésta es la primera vez que le conté todo el incidente a alguien, particularmente porque es Marshall Govindan. Conocí a Babaji a través de su libro, y ya que él conoce a Babaji muy bien, me aseguré de que él tomaría esto dentro de la perspectiva correcta. Marshall estuvo contento de saber del incidente, y me sugirió que debía escribir sobre esto para el beneficio y inspiración de otros seguidores. Gracias a él todos vosotros conocéis el secreto de mi pasado ahora.



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