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    Gurupurnimá: celebrando al Gurú eterno
    por Satchidananda

     


    Gurupurnimá es el festival en el que los devotos festejan al Gurú. Purnimá significa "día de luna llena" Gurú Purnimá es el día del año en el que la luna está más llena. Este día le sigue poco después al día más largo del año, el solsticio de verano, usualmente en julio.

    "Gu" significa "oscuridad" y "ru" significa "luz". De modo que Gurú significa "dispersador de la oscuridad". Gurupurnimá es el día cuando se dice que los rayos del sol tocaron la tierra por primera vez. Es el día de la sabiduría, el día de la luz. Gurupurnimá es el comienzo del año espiritual. En este día los aspirantes ofrecen su devoción y los frutos de su práctica al maestro, como su amor y gratitud. Cada discípulo hace un nuevo sankalpa (renueva su voluntad) de practicar más y de comprender mejor las enseñanzas del Gurú y de hacer Gurú Seva y de ser digno de recibir la gracia del Gurú. En el Gurupurnimá buscamos las bendiciones de nuestro Gurú.


    ¿Quién es el Gurú?

    El Gurú es uno que ha realizado su identidad con Eso, la fuente absoluta de todo, y asume la responsabilidad de guiar a otros a esa realización. Como tal, Dios se manifiesta en la forma del Gurú. Para uno que no tenga un Gurú físico, Dios mismo es el Gurú.

    Un Gurú físico puede fundirse con el Absoluto Ser Consciencia y Gozo, dejando el plano físico. Permanece capaz y dispuesto a ayudar a los verdaderos aspirantes. El Gurú, en su forma sutil, permanece no obstante como el poder de Dios que otorga la gracia. Gurú, Dios, el Ser, toda consciencia omnipresente, Shakti, todos son uno. Se dice que cuando un discípulo verdadero canta el mantra del Gurú y medita en su Gurú, incluso si el Gurú no está en un cuerpo físico, él puede sentir la corriente de pensamientos sublimes que le llegan del discípulo. Éste es el poder de la luz de la gracia.


    ¿Es necesario un Gurú?

    Salvo pocas excepciones, todas las almas que se encarnan en este mundo lo hacen porque permanecen apegadas a la dualidad. Nociones como gusto y aversión, ganancia y pérdida, alto y bajo, bueno y malo, nos perturban continuamente. La identificación con el cuerpo-mente es tan fuerte que somos atraídos hacia la trampa de ignorancia del ego, respecto a nuestra verdadera identidad. Por tanto, virtualmente todos necesitamos la gracia y la guía de un Gurú, sea externo o sutil, hasta y a menos que realicemos al Ser.

    Aunque la lectura de libros espirituales puede señalar el camino, no provee con la experiencia esencial o la gracia divina que viene cuando uno entrega la limitada perspectiva del ego. Mediante la práctica de la sadhana prescrita por el Gurú, el karma yoga o el servicio desinteresado, el auto-estudio y la devoción, se puede progresar en vencer los propios samskaras o tendencias habituales que le atan a uno a la dualidad.


    ¿Cómo sabes cuándo has encontrado a tu Gurú?

    Si encuentras paz en presencia de tu Gurú, sea en su forma física o espiritual, y encuentras que tus dudas desaparecen, entonces debes aceptarle como tu Gurú. Debes saber, si finalmente "aceptas" a alguien como tu Gurú, que eso significa que Él ya te ha aceptado como discípulo mucho antes, de otro modo nunca podrías haber sido capaz de aceptarle.Sabes que has encontrado a tu Gurú cuando no tienes siquiera que verbalizar las preguntas con el fin de obtener respuestas. Oirás exactamente lo que necesitas oír, en el momento en el que lo necesites.

    Hasta entonces, la mejor y quizás única forma de encontrar a tu Gurú es preparándote tú mismo diligentemente. Se dice que cuando el discípulo está preparado, el Gurú aparecerá. Así que aplícate tú mismo como discípulo a la disciplina o sadhana y a las enseñanzas del Gurú. Mira cómo éstas te afectan. El Gurú y las enseñanzas del Gurú son lo mismo. Un verdadero Gurú, sin embargo, siempre enfatizará las enseñanzas, no su persona.


    El Gurú interno

    Aunque finalmente el discípulo debe un día trascender al Gurú externo y descubrir al Gurú como a un principio espiritual interno, los discípulos occidentales, en su prisa por la iluminación, descartan a menudo al Gurú externo prematuramente, lo que les lleva a una confusión posterior en el pantano del egoísmo.

    El único gurú interno accesible a la persona común es el ego. El ego es la causa de nuestra falta de iluminación, y empuja al discípulo más hacia la ignorancia, la confusión, el auto-engaño, y finalmente hacia la desesperación.

    Un Gurú es un profesor que no sólo instruye o comunica información, como hace un Acharya, sino que también transmite sabiduría, y por su misma naturaleza, revela la realidad espiritual. Inicia e incluso vigoriza el proceso espiritual del discípulo. Cuando el Gurú no está totalmente liberado, la transmisión se basa en gran medida, pero no exclusivamente, en la voluntad y el esfuerzo del enseñante. La gracia divina puede usar también a un Gurú tal como un vehículo temporal.

    Un Satgurú es un gurú iluminado, cuyas palabras, gestos y su mera presencia expresan y manifiestan al Espíritu; la transmisión es extraordinaria, espontánea y continua.

    El Gurú, por virtud de la transmisión oral recibida de su maestro o maestros, y también a la luz de su propia experiencia y realización, es capaz de hacer que las enseñanzas escritas cobren vida.


    Conectando con el Gurú, la entrega y la gracia

    La forma favorita de adoración de los Siddhas es hacia los pies de su Gurú en lo alto de sus cabezas. El Gurú transmite su Shakti a través del mantra. La shakti entra en el discípulo cuando él canta el mantra de su Gurú. El mantra es la forma del Gurú mismo.

    La entrega tiene una importancia crítica. La entrega al Gurú producirá la iniciación, de una forma o de otra. Sólo a través de la entrega uno puede unirse con el Ser Cósmico, y obtener una inmensa gracia. La gracia elimina todos los obstáculos, sin la cual no se logra la unión perfecta. La entrega y la gracia son complementarias una con la otra. El Gurú tiene una reserva infinita de energía espiritual, recibida del Ser Supremo, que puede ser redirigida hacia sus discípulos. Sólo el discípulo entregado puede asimilar las poderosas corrientes de energía espiritual que fluyen del Gurú, en proporción directa al grado de fe y devoción.


    Del libro "Kriya Yoga: inspiraciones en el sendero".




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