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    Sundaranandar - Caminar por el filo de la cuchilla
    por Nityananda

     


    El néctar que rezuma no puede ser logrado por el inferior;
    Será logrado en un segundo por uno que se ha vuelto un Siva yogui;
    El semen que ha sido detenido escalará;
    Lo trascendente aparecerá claramente en medio de las cejas;
    El cuerpo que es (como) un insecto se volverá resplandeciente como el sol
    ¡Es tan sorprendente como caminar por el filo de la cuchilla!
    La madre vendrá y te impartirá (eso) a ti;
    Habla sin abrir tu boca; (observa) silencio.


    Siddha Sundaranandar, Siva Yoga Jnanam-32, verso 8


    El Yoga de los 18 Siddhas y el Taoísmo son probablemente, las dos únicas tradiciones espirituales que enfatizan estas dos cosas: la importancia de la trasmutación de la energía sexual y la posibilidad de la inmortalidad física. Los Xian o Hsien son maestros inmortales taoístas, que presentan características muy semejantes a los Siddhas del sur de la India. También en ambas tradiciones se habla de "píldoras de la inmortalidad", preparados alquímicos que facilitan la juventud renovada del cuerpo.

    Una razón para estas semejanzas estaría en que, como señaló Yogui Ramaiah, el fundador del Taoísmo no era otro sino el Siddha Bogar, manifestándose a través del cuerpo de una persona de China.

    La acumulación de prana, energía vital, en los centros superiores, en gran medida por la elevación y trasmutación de la energía sexual, produce la apertura de estos centros. Esto incluye la visión de la luz en el entrecejo:

    Lo trascendente aparecerá claramente en medio de las cejas;
    El cuerpo que es (como) un insecto se volverá resplandeciente como el sol;


    Jesús expresa algo similar cuando declara: "La luz del cuerpo es el ojo. Por tanto, si vuestro cuerpo se vuelve uno, vuestro cuerpo entero estará lleno de luz", Mateo 6.22.

    ¿Cómo se lleva a cabo esta trasmutación de la energía? Por parte del hombre, mediante la preservación de los fluidos sexuales. Aunque esto no es lo único necesario, hay también que trasmutar esta energía vital-sexual en energía espiritual, para no caer en la mera represión. Esto supone sublimar esta energía hacia los centros superiores de consciencia o chakras, a través de kriyas yóguicas como los bandahs y pranayamas específicos como Brahmacharya Ojas Maitreka o el mismo Kriya Kundalini Pranayama:

    El semen que ha sido detenido escalará;

    Esta trasmutación también se puede realizar con una pareja yóguica durante el acto sexual, elevando ambos la energía vital hasta el chakra de la corona – cosa que no es fácil, exige por parte del hombre el dominio del Mula Bandam. Elevar y transmutar con éxito esta energía vital, sin pérdida por parte del hombre, es un acto difícil, pero alabado por los Siddhas en diferentes escritos:

    ¡Es tan sorprendente como caminar por el filo de la cuchilla!

    Tan fácilmente como uno puede caer fácilmente o cortarse el pie caminando por una cuchilla, el yogui puede dispersarse y caer al recorrer este sutil sendero de trasmutación; no es un camino fácil, sujeto a la caída y al engaño, pero los resultados, en caso de éxito, suponen un gran avance.

    El Siddha Tirumular habla explícitamente de esta trasmutación en pareja de la energía sexual en varios capítulos del Tirumandiram:

    A través del Yoga uno copula de forma que no desperdicie el bindu (semilla)
    Incluso cuando los dos cuerpos están unidos, el bindu no se perderá.

    Tirumandiram, 1960

    Incluso el bindu mencionado será conquistado con Shakti
    Encendiendo el fuego en el muladhara para que se eleve
    Impidiendo que corra a las cuatro direcciones y dirigiéndolo por el canal central
    Al unirlo con el nada (Om) y bebiendo la ambrosía, este bindu será preservado.

    Tirumandiram, 1962

    Esta acumulación de shakti o energía en los centros superiores acaba produciendo su apertura espiritual, con experiencias como la visión de la luz superior, el surgimiento del gozo o la experiencia de la vibración del OM, el sonido de la creación.

    El néctar que rezuma no puede ser logrado por el inferior;
    Será logrado en un segundo por uno que se ha vuelto un Siva yogui;


    El "néctar que rezuma" es el amrita que desciende del chakra de la corona, el gozo divino que se desborda.

    La madre vendrá y te impartirá (eso) a ti;
    Habla sin abrir tu boca; (observa) silencio.


    Estas palabras recuerdan a otras de Jesús: "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas", (Juan 14.26). Es reseñable que al comienzo del Cristianismo al Espíritu Santo se le atribuía una cualidad femenina. Sería el equivalente a la Shakti de la que se habla en India, la energía divina que en el Yoga se manifiesta como la Kundalini que asciende, o también – como señalan Aurobindo y algunos Siddhas – como el descenso transformador de la Gracia divina.

    Este descenso se vuelve posible con la completa receptividad del yogui (habla sin abrir tu boca; (observa) silencio), que se desarrolla a través de la sadhana, la disciplina espiritual.

    Otro aspecto de la Shakti divina es la vibración del Om que da forma a todas las cosas, y crea el espacio y el tiempo. Mediante la absorción en ella el yogui expande su consciencia y va recobrando el conocimiento divino de las cosas (La madre vendrá y te impartirá (eso) a ti).

    Estos versos del Siddha Sundaranandar nos acercan a uno de los elementos clave del "Siva Yoga", el Yoga de los Siddhas: la trasmutación de la energía sexual, con sus excepcionales resultados finales.




 

 

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